sábado, 20 de febrero de 2016

“La casa de los espejos”, de Leopoldo María Panero

Sin querer destruimos el mundo
Por pensar en la inmundicia
Por no saber controlar esta pavorosa belleza
Inunda la nada como un terrible espejo
Cóncavo o convexo
Depende sólo de la pupila
Sólo la pupila del viento
Y del aire que borra los espejos
Engañosos ante el ser
Que cae sobre la nada como lluvia
Donde humildemente pastorea el cieno
Que todo lo cubre como único espejo
En esta casa de espejos mentirosos
Donde sólo reina la luna y el árbol del espejo
Y Dios es sólo un espejismo
En el tentador desierto de las almas.


Leopoldo María Panero, Versos esquizofrénicos (Poemas sugeridos por los dibujos de esquizofrénicos), 2007.