Como el ave que vuela
en una mañana que lo otorga un especial encanto
con su blancura, con la tristeza en el aire
el frío que llega al alma
en la soledad de su vuelo
imposible no respirar la melancolía
no embriagarse de la plenitud
que evoca el solamente observar
y escuchar y no decir nada
ni pensar.
Sombras, gris amanecer en silencio
rememorar las emociones primigenias
el inicio del uso de razón
y olvidar el resto
borrado por la caricia del viento
sin desear huir de este momento
sin que haya más que cielo
y el ave en su vuelo.
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