En esos recuerdos hay algo que prevalece: la incapacidad de transmitir un mensaje. Siendo por no poder encontrar las palabras que expresaran exactamente lo que quería decir, o por ser demasiado subliminal. Una intención no dice tanto. Para algunos la música no significa mucho.
Qué decir, entonces, de lo que buscaba sentir y hacer sentir. Eran esos sueños un extravío de lo tangible, de lo cotidiano. No buscaba nada que estuviera en este mundo. Como si algún sentimiento lo estuviera...
Y, oh, a mis palabras solo las encontraba el silencio.
Es inquietud. Dolor. Debo aceptar que nunca lo perderé. Que quizás nunca otra vez los sueños me alejen de esta paz. Y así deba ser.