No son más
Que silenciosas gotas de lluvia
Que caen al mar,
Que se mueven con sus olas,
Que no cuestionan por qué es lluvia,
por qué es mar.
En ese silencio, en la lluvia,
hay una forma de paz.
Se pertenece al agua,
Las corrientes arrastran
Sin oposición alguna.
Pero no hay agua en mí.
Estoy en ella, rodeado por ella,
Intentando no ahogarme.
¿Por qué ser agua, lluvia,
seguir las corrientes,
moverse con las olas?
Me hundo,
Me ahoga el agua.
Aquí no hay paz.
Y seguirán, sin mí,
siendo mar,
corrientes y olas...