viernes, 27 de agosto de 2010

Bicentenario

Si algo hemos escuchado los mexicanos hasta el cansancio últimamente es esa palabra de 12 letras que seguramente ya nos tiene por demás hartos. En la televisión anuncian documentales sobre la lucha de independencia de México en los que presuntamente se dice "la verdad jamás contada" y esas cosas; los reality shows adquieren nombres ridículos (como "La Academia Bicentenario") para atraer la atención de las incultas masas; cosas que poco o nada tienen que ver con lo que de verdad significan (o deberían significar) los supuestos 200 años de la independencia de nuestro país.

Para empezar, parece que aquellos que dicen que en este presente año se cumplen 200 años de "ser libres" no aprendieron nada en sus clases de Historia de la primaria. Resulta que de "ser libres" apenas se cumplirían 189 años este 27 de septiembre, porque, recordemos, lo que sucedió hace 200 años (1910) fue apenas el comienzo de la lucha por la independencia y no fue sino hasta 11 años después (1921) que se alcanzo dicho objetivo. Bueno, me quejo de la manera errónea en que se está expresando en los medios lo que celebramos en esta ocasión, pero, desgraciadamente, eso no es lo peor.

Algo que de verdad me provoco unas muy buenas carcajadas fue el asunto de Aleks Syntek y su canción "El Futuro es Milenario". Puede que la canción no sea tan mala, simplemente no es la adecuada para la ocasión... ¡Pamplinas! Es pésima, horrible, un asco. La escuché y no pude creer lo mala que era. Ganas no me faltaron para ser de esos que le recordaron la progenitora al señor Syntek, pero lo mejor vino cuando leí un tweet en el que decía que se retiraba de Twitter a causa del repudio que la gente le expresaba. Se me hizo gracioso al principio y debo admitir que después sentí algo de lastima por el, pero ahora se me hace gracioso de nuevo. No es para tanto, quizás.

Pero lo que para mí es lo peor de todo lo relacionado con "El Bicentenario" es la actitud de la gente, ya que siento que últimamente se ha acentuado en gran manera el disgusto de la gente con el gobierno. Ya sé que eso es lo más normal del mundo, pero hay personas que no distinguen entre lo que es "el gobierno" y lo que es "el país". Si quieren pueden odiar con todas sus fuerzas a los políticos, pero que ello no signifique dejar de apoyar al país, al pueblo. El progreso y el desarrollo del país dependen mucho de lo que hagamos cada uno de nosotros como individuos, es decir, que no nos importe lo que hagan los políticos, nosotros tenemos que adaptarnos a las circunstancias y salir adelante por nuestra parte. Claro que no está por demás decir que el sistema partidista que hay en nuestros tiempos hace todavía más difícil el progreso, aunque sea algo que ya todos sabemos o hemos de suponer.

Y así, en una época en la que el futuro de México es incierto, nos disponemos a celebrar lo que para muchos son mentiras y gastos excesivos innecesarios, pero que, a fin de cuentas, es algo que podemos ignorar si así lo deseamos.

No, no me olvidé de que también este año es el centenario del inicio de la Revolución Mexicana, pero creo que es algo de lo que hasta ahora no tengo ningún comentario, o por lo menos no ninguno negativo o parecido a los que tengo en relación con "El Bicentenario".

¡Viva México, señores!

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