sábado, 18 de marzo de 2023

Adioses



Reconozco el sentimiento

el que emerge de ese instante

en que acabó tu boca de pronunciar

el origen de noches por venir

sombras de lejanos paisajes

en las que se escondían

las visiones de mi ilusión.


Están ahí, en tus ojos,

los arcanos de la belleza,

los misterios de la bondad,

que nunca mas contemplaré

ahora que anochece

ahora que mi mano

se despide de la tuya.


Quedan preguntas atroces

versos que dormirán

en lo profundo del olvido.

Este sentimiento que recuerdo

se derrama en mi rostro

y traza cada gota

una nueva y desconocida pena.

_

jueves, 9 de marzo de 2023

Regalar un libro




Es un poco irónico cómo algunas cosas resultan en la vida. Esos cambios que llegan sin ser esperados y que tienen una verdadera repercusión en la forma en que los días se desenvuelven. Ahora, sin embargo, creo tener las armas para enfrentar mejor estas cosas que pasan. Porque al final son eso, cosas que pasan, cosas que siempre pasarán, cosas que no se pueden evitar porque son inherentes a la forma en que se supone que los humanos viven. 


Estoy leyendo "Perras de reserva", extraordinario libro de relatos de Dahlia de la Cerda, escritora hidrocálida y activista. Inicialmente, mi idea era la de regalar este libro a alguien que pienso que lo hubiera apreciado. No es que yo vaya por la vida regalando libros. Los regalo a quienes quiero, a quienes estimo. Es una de mis formas de manifestar cariño y admiración. No solo es el acto de regalar en donde esto estriba, sino también en el libro que regalo. Nunca es cualquier libro. Debe tener algo de mí, debe significar algo que yo regale ese libro en particular. No es un acto fortuito.


No han sido pocas las veces que he regalado un libro, porque, insisto, esta es una manera en que se expresa el lenguaje de mi afecto. Pero tampoco han sido demasiadas. Podría decir que cada ocasión la he considerado importante. Creo incluso recordar todos los libros que he regalado. Salvo algunas excepciones han sido siempre libros que yo he leído previamente y por lo cual puedo estar seguro de lo que quiero decir al regalarlo. Es un mensaje, podría decirse. A pesar de que como otras formas de arte la literatura está abierta a la interpretación del individuo, hay algo más o menos específico que quiero transmitir. No debe limitarse esto al contenido, pues influyen otras cosas en por qué ese libro. El autor, su historia, su nacionalidad, el idioma, la historia particular de la obra, etcétera. 


He regalado de todo tipo de libros, de diversos autores. Algunos se han repetido, en casos quizá muy específicos, pero definitivamente no es igual la intención o el mensaje (valga esta expresión tan burda). No es lo mismo regalarle "Así habló Zaratustra" a un buen amigo que a alguien con quien tenemos un vínculo distinto. Todo depende de la naturaleza de ese vínculo, e incluso del momento en que se entrega el presente. Esto pasa también cuando leemos y releemos algo. A propósito del ejemplo utilizado, este libro de Nietzsche es de los que más he releído en mi vida. Cada vez ha sido una experiencia diferente, cada vez creo comprenderlo más. Esto ha dependido justamente del momento en que estoy de mi vida y del acto mismo de releer. Borges mencionaba la importancia de esto último, "salvo que para releer, se necesita haber leído".


En fin, creo también que quienes han recibido un libro de mí saben la mayoría de las cosas que aquí he mencionado. ¿Por qué escribir sobre esto ahora? Bueno, sentía necesario externarlo, simplemente. Darle forma de palabras a ciertos sentimientos, aliviar ansiedades, mitigar el desasosiego. La literatura, escribir, los libros, también tienen este poder.

===

jueves, 2 de marzo de 2023

Fantasmas

 


No hay necesidad de decir nada más.
En los silencios encontraba ya
lo que ocultaban las letras.
No queda nada por ver,
los ojos aceptan la ceguera
que certezas falaces
les han provocado.

No queda tampoco nada que explicar,
nada que contar,
se quedan vacías las noches
los rostros 
las páginas de los libros
ciertos sitios de la piel
ciertos puntos del tiempo.

Vuelve a ser nada
la pira en que se consumían
los fragmentos de ilusiones,
de dolorosas y dulces dudas.
Se han convertido
el primer momento del día
y el último de la vigilia
en conversaciones entre fantasmas.